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jueves, 18 de abril de 2013

Days 61/64_ Recta final del viaje...


Domingo. Nos hacemos a la idea que el viaje se acaba. Pero tengo la sensación de haber hecho todo lo que tenía que hacer. Quiero ver a los míos. A mis padres, a Way, a las babys, a los vinilos... Creo que mi cabeza está más allí que acá.
Nos llama Rafa de la Comunidad (vecino de Mireya). Nos invita a unirnos a una barbacoa que preparan en su casa. Compramos unos entrecots más y nos juntamos. Hoy sí hace un sol demoledor y se está de muerte. Comentan entre ellos (Xavi, Aina, Rafa, Mireya, Mau) que están subiendo los alquileres de la finca. El centro se está poniendo de moda. Me suena. Rafa hace una disertación sobre la fatal actualidad española y lo que nos depara. La conversación resulta ser de lo más pesimista. Augura un futuro parecido a México. Intento no deprimirme con el tema y me como el entrecot con hambre.
Tras el café nos vamos a casa. Ordenador, peli mala y a dormir.









Lunes. Recibo un par de noticias malas de Barcelona. Le pido a mi Pony (mi virgencita particular) que mande energía y fuerza a los que lo necesitan. Mañana de gestiones monetarias pasando por Wings a desayunar algo. Rico y yo nos damos una vuelta por el mercado de artesanías La Ciudadela y compramos cuatro detallitos más para los nuestros. Lo compraría todo. Comida de la Master Chef del Centro Histórico (sí, Mireya. Le he dicho varias veces que abra un restaurante) y nos vamos hacia una entrevista. La entrevista es una TV en directo online. Me estoy dando cuenta que muchas radios y TV se hacen en casas. Al principio era muy chocante, ahora empieza a ser de lo más normal. Nos abre Enrique Halim López, un tipo muy simpático. Es el presentador. Nos sentamos y empezamos a entrevista. Ponen varios videoclips y la charla resulta ser muy amena. Le digo a Rico que se siente a mi lado y nos explique algo. Estoy harta de hablar todo el rato yo y decir siempre lo mismo. Rico cuenta cuatro cosas. Nos reímos. Tras la entrevista bajamos al Zócalo a la búsqueda de dulces para Mireya, que tiene antojo. Vamos a una pastelería junto el Café Tacuba y de sorpresa nos topamos con un sol arrollador. Una bola gigante naranja irrumpiendo el cielo de DF. Media calle le está haciendo fotos. Ahh la magia de la tierra... Obviamente las fotos no hacen justicia a tal espectáculo. 
Recibimos un mensaje de Oscar Jaenada. Está con Bebe (toca el viernes de esta semana en DF) y nos invita a cenar con ellos. Quedamos en apuntarnos más tarde. Finalmente Oscar nos dice que se van para casa. 












Martes. Me levanto con un mensaje de Bebe. Nos invita a su concierto del viernes. Me hace gracia conocerla. Sacamos el primer disco las dos el mismo año y nos metían en el mismo saco de "mujeres que hablan sin tapujos y con actitud", junto a Pastora. A Dolo de Pastora la conocí, pero con Bebe nunca coincidimos. Day off en casa, currando en cosillas por acabar. 

Miércoles. Rico y yo vamos al mercado de Sonora y de La Merced. Son dos mercados pegados. El de Sonora es típico por sus paradas en las que se venden elementos para brujería, animales, y para hacer limpias. Es toda una experiencia. Determinante ir a visitarlo por quien pisa DF por primera vez. Parece que estés en un zoco árabe. Es una locura. De sonidos, de colores, de olores... Es casi imposible imaginar que un caos laberíntico tan extremo pueda funcionar. Compramos cuatro detalles y nos vamos al Mercado de la Merced. Este mercado es enorme. Pero cuando digo enorme, es que es ENORME. No te lo acabas... Venden de todo... Dulces para las piñatas, complementos para cumpleaños y comuniones, zapatos, películas, ropa, comida... Todo muy barato. Nos perdemos en un mar de gente. Hay tanta información visual que acabamos mareándonos. Agarramos el Metrobus (un bus) y nos vamos a la otra punta de la ciudad a ver si encontramos un par de cosas que no acabamos de encontrar en ningún sitio. Y acabamos no encontrándolo. Pero agarramos carne y nos vamos para casa.  Mientras comemos viene Jordi. Me cuenta que se va a Oaxaca con sus padres, que el jueves no estará. El jueves queremos hacer una cena de despedida con toda la gente que hemos estado o compartido algo en DF. Tras una tarde perruna en casa viendo los capítulos atrasados de Walking Dead, decidimos ir a la pizzería de cerca de casa, la Chirindonguería. Llegamos y nos recibe Raul, el dueño, el hombre loco con el que  estuvimos de fiesta el día que salimos con Jaenada. Quedamos en que el sábado vamos a volver y yo voy a tocar unos temitas en directo. No me imagino una despedida mejor en México... tocando, entre colegas.
Vamos al Bósforo (mezcalería) a tomar una copilla. Yo bebo un vaso gigante de agua. Nos esperan días de despedidas y hay que reservarse.






















2 comentarios:

  1. Ha sido realmente bonito lo de poder seguir tu aventura gracias a este Blog (también a Intagram, twitter...), pero especialmente, me alegro de que te animases con el Blog, puesto que ha sido un buen cuaderno de bitácoras y, al menos a mí, me has ayudado un poco más a descubrir esos rincones de Mexico abriendo esta pequeña ventana hacia ellos.

    Enhorabuena por la experiencia, ánimo con los próximos proyectos y buen viaje de vuelta a BCN, quien sabe, tal vez coincidamos allí en mi próxima visita y pueda escuchar alguna de todas estas anécdotas en persona.

    Petons.

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    1. Gracias Belioth! La verdad es que si no fuera por el blog, no me acordaría de la mitad de las cosas que nos han pasado... :D
      Besos

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