Tarde de perreo y conversación en el sofá de Mireya. Llega Rico de unas reuniones varias y nos disponemos a salir. Agarramos el bus de la noche que nos lleva directamente a Marquelia, a dos horas de Acapulco. Qué ganas de salir de la ciudad!
Domingo. Tras un trayecto agotador, llegamos a las 6 de la mañana en un pueblo casi fantasma. Marquelia. Agarramos un taxi y nos lleva directamente a Katary, nuestro lugar vacacional por pocos días.
Katary es un pequeño paraíso de 6 cabañas de madera y hojas frente al mar. La costa de Marquelia (Guerrero) es la típica estampa que ves en las pelis y no logras creer... Todo virgen. Todo palmeras. Arena blanca. Mar abierto. En este caso, el Pacífico, imponente, grandioso.
Llegamos de madrugada, los perros ladran. Sale Ermes medio dormido, el dueño. Nos recibe. A Mireya con más emoción ya que Mireya ya había estado en Katary y se conocían. Nos enseña la cabaña. Perfecta. Nos sentamos en la mesa frente la cocina y entablamos una larga conversación mientras el sol despierta e ilumina lentamente todas las plantas del bello jardín que nos rodea. Hola? Si? Si... definitivamente, estamos en el puto paraíso...
Ermes es un personaje muy curioso. Aparentemente tímido, no para de hablar. Nos explica mil cosas interesantes. Hablamos del suceso de Acapulco con las españolas (pocos meses atrás 6 españolas fueron violadas por unos mexicanos). Comenta que corren varias versiones y que la más fiable es la que no ha aparecido en prensa, y es que las españolas y estos mexicanos ya se conocían. Nos explica su aventura como candidato a Presidente de Marquelia. Finalmente no fue elegido. Él cree que por demasiado avanzado. Él apuesta por el arte ante todo y daría lo que fuera para abrir escuelas y ofrecer arte en la calle para el pueblo. Yo lo votaría.
Se levanta Yeimi, su novia. Unos 15 años más joven que él. Muy hermosa. Nos prepara el desayuno. Y finalmente se presenta Charlie, el ayudante de la pareja, de unos 20 y poco años, muy especial. Parece vivir en su mundo. Sonríe todo el rato y al hablar es imposible descifrar lo que dice. Es muy gracioso.
Tras un desayuno salado de campeones (huevos revueltos a la mexicana), nos ponemos el bañador y empezamos nuestra estancia de lujo (digo de lujo, no por el precio, que es relativamente barato, sino porque somos los únicos que estamos hospedados en Katary y más tarde veremos que somos los únicos turistas en toda la playa... flipante).
Nos tumbamos en las hamacas a leer y a disfrutar de nuestro pequeño paraíso...
De repente unos chipilotes (carroñeros) sobrevuelan nuestras cabezas. En el agua, una tortuga enorme muerta. Ellos la esperan. Ermes nos ha contado anteriormente que es una playa en la que desovan muchas tortugas. Esperamos ver alguna con más fortuna que ésta...
Charlie se dispone a cortar un coco de una palmera. Plas! al suelo. Pesan un montón y tememos por nuestras vidas... Abre el coco y pone una cañita para beber su jugo. Tremendo.
Comemos pescado a la brasa con ajo al lado del mar. Nos pegamos una siesta de campeonato y vemos la puesta del sol. En todo el rato han pasado apenas 3 o 4 personas.
Ermes nos invita a ir al pueblo a comer un helado con Yeimi y sus hermanos. Nos metemos atrás de una Pick Up con Charlie y los hermanos y vamos para Marquelia. Durante el trayecto vemos las estrellas parpadear. Todo es tan bucólico que parece imposible. Sólo pienso en mi gente y lo feliz que serían aquí... Me prometo a mi misma que los traeré algún día...
Llegamos al pueblo y vamos a la plaza mayor, una plaza muy pequeña donde los niños corretean y las madres conversan alegremente. Todos nos miran mucho. Comemos un helado y al cabo de un rato volvemos.
Jugamos a la cartas, un petilla y a domir...
Lunes. El sol entra en la cabaña tímidamente. Desayunamos unos hot cakes deliciosos con miel y nos echamos a andar por la playa. A pocos metros nos cruzamos con un campamento tortuguero, "El sirenito macho". Entramos a ver qué se cuece, quizás tenemos suerte y podemos ver alguna tortuga (ahora no es temporada de desovación). Nos atiende Javi, el amo del centro. Es otro personaje admirable. Nos explica que el centro lo levantó él hace 10 años y que su lucha ha sido dura pero fructífera. Y que tenemos suerte porque en unas horas nacerán tortuguitas y podremos liberarlas. Nos enseña donde están los huevos y nos muestra algún huevito. Son huevos de tortuga golfina. Nos hace tremenda ilusión. Quedamos con él de venir el martes a las 7 de la mañana. Proseguimos la caminata, y nos acompaña el perro del campamento todo el trayecto. Llegamos hasta la punta más visible. Pasamos por una cofradía de pescadores y varios bares (son como cabañas con toldes y muchas sillas de plástico), totalmente vacíos. Nos bañamos y tomamos un jugo de plátano alucinante. Volvemos. Al pasar por el campamento, el perro (al que llamamos Caneló), se queda sin despedirse.
Llegamos a Katary y comemos. Tarde de charla, puesta de sol, Piña Colada, cartas... Purificación del alma!
Martes. Llamamos a Javi a las 6:30 de la mañana para confirmar que las tortuguitas han nacido. Nos comenta Javi que mejor pasemos por la tarde porque apenas han asomado la cabecita. Qué impaciencia!
Hot Cakes y al lío. Esta vez andamos hacia el otro lado de la playa. Caminamos muchísimo sin encontrarnos a nadie... Sólo un par de perros de varios hospedajes tipo Katary (sin nadie) que nos acompañan todo el trayecto y varias aves que nos encandilan con su harmonía musical. El sol pega fuerte pero hace viento. por el camino encontramos un par de carteles de la Candidatura de Ermes. Nos hacemos fotos. Parece un cura en la foto.
Llegamos a La Bocana, una punta en la que se junta la playa con un laguecito y decenas de bares-restaurantes, vacíos todos. Dos mujeres lavan la ropa en el lago y varios niños corretean despreocupados. Tras un parón bien merecido contemplando el ambiente tranquilo del quehacer de la gente del lugar, decidimos agarrar un taxi para la vuelta. Los perros tendrán que volver andando a sus perspectivos hogares. Bye bye amiguitos!
Comemos pescado y nos dirigimos a El Sirenito Macho. Nos espera Javi. Nos muestra las tortuguitas que han nacido, son tremendamente bellas e inquietas. Pero según él aún falta un poquito para que espabilen. Necesitan ejercitar más las aletas. Mientras, nos hace un recorrido por el centro explicando toda la historia de su campamento y sus objetivos. Es un nato luchador, me encanta. Por fin, y ya casi al atardecer, nos disponemos a hacer la liberación. Vamos hacia la playa y cada uno agarra dos tortuguitas. Ponedle nombre- dice. Yo las llamo Frida y Diego. Mireya llama a las suyas Gala y Dalí y Rico las llama Antonio y Santa (así se llaman sus padres). Las ponemos en fila en la arena y Javi nos dice_ ya!! Y las soltamos...
Tardan unos 25-30 minutos para llegar al agua. Ver cómo se van acercando es alucinante. Puro instinto. De 100 tortugas liberadas, unas 3 puede que alcancen la madurez. Es durísimo lo que les espera. Me viene a la mente el videoclip de Amaral, Hacia lo salvaje... que narra las peripecias que pasa una tortuguita al nacer... Es un clip maravilloso que recomiendo a Javi. Seguro que le va a encantar. Por fin llegan al mar y desaparecen. Javi nos explica mil cosas sobre estas tortugas. Me pasaría la vida entera liberando tortugas y por un momento me imagino viviendo en un campamento tortuguero... Frida, Diego, Gala, Dalí, Antonio, Santa y otra tortuguita huerfana de nombre pero igual de bella, desaparecen en el mar y empieza su nueva vida. Suerte....
Fascinados por el momento, nos despedimos de Javi y volvemos a Katary. Esa noche tomamos una Piña Colada junto a Ermes en la mesa de enfrente la cocina y hablamos mil horas. Nos cuenta cosas y nosotros a él. Le cuento que canto y que estoy de promoción en México, me augura mucha suerte y me dice que Katary será mi sitio de relajación cuando sea muy famosa. Nos reímos. No sé si seré famosa o no, ni me importa demasiado, pero lo que sé es que volveré a este lugar siempre que pueda, y que quiero volver con mi gente. Katary nos ha enamorado para siempre.
Vamos a dormir. Mañana es nuestro último día y queremos aprovecharlo.
Good night Paradise!
Miércoles. Nos pasamos todo el día haciendo el perruno en la hamaca, de la hamaca a la mesa comiendo pescado, de la mesa a la toalla, de la toalla a la Piña Colada... Vemos a Javi pasar con su moto de cuatro ruedas haciendo su ronda para divisar huevos de tortuga (lo hace unas 4 veces al día, y una a las 5 de la mañana). Por la tarde vemos unos pescadores. Nos acercamos, practican la pesca tarraya, con redes. Es un flipe mirarlos.
Finalmente pasamos cuentas con Ermes y nos vamos en taxi a Marquelia a agarrar el bus... Qué pena irse... lo bueno de irse es que siempre puedes volver :)
Jueves. Llegamos exhaustos. Hemos pasado una noche de mierda en el bus. Entre el aire acondicionado, la radio del conductor, las paradas, la revisión de migración... Llegamos a las 5 en DF y vamos directos a casa de Mireya. Descansamos un rato y nos vamos para casa. Café antes de llegar en un sitio brutal. Es una pequeña cafetería donde el café está tremendo (muy raro aquí) y está ambientado en Córdoba y los toros. Llegamos a casa con millones de cosas para hacer, pero recibo un mensaje de Enric (el técnico de sonido de Dorian, y amigo del barrio de Grácia). Dorian ya están en DF ya que tocan en el Vive Latino el sábado y tienen un concierto antes. Quedamos con Enric para comer en el centro (justo se hospedan muy cerca nuestro). Llegamos al bar y están él y el batería. Pensaba que estaría Ramon, el batería que normalmente va con ellos y que había tocado conmigo una larga temporada, pero ha venido otro con que que se van turnando. El resto de la banda salen del bar y nos saludamos todos. Están cansadísimos del viaje y van al hotel . Nos quedamos Rico yo y Enric y decidimos ir a dar una vuelta. Acompañamos a Enric en varias gestiones técnicas (cosa de técnicos de sonido jeje) y hacemos un café en Cielito Lindo. Vamos a la plaza Garibaldi andando. Aún no hemos estado y parece ser el momento perfecto. La plaza Garibaldi es una plaza mítica en DF en el que se reúnen los mariachis para ser contratados. Me parece una plaza muy comercial. Bebemos unos tequilas en un bar mega típico y nos volvemos. Enric quiere descansar ya que mañana tienen un concierto en León. Nos despedimos y quedamos con Mireya para cenar en la calle Reggina, una calle peatonal muy mona, llena de barecitos cools y buen ambiente. Sopa de cebolla y parrillada de verduras con queso tremendo!
Al llegar a casa, Rico y yo vemos Polseres Vermelles y a dormir. Nuestro objetivo más inminente es conseguir entradas para el Vive Latino del sábado ya que están agotadas...
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