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lunes, 4 de marzo de 2013

Days 18,19,20- Reflexiones y tianguis

Tras las peripecias en Tampico, estamos todo el jueves descansando en casa. Estamos exhaustossszzZzzzzz. Por la noche vemos la película Frida. Ya la habíamos visto cuando se estrenó por primera vez pero nos apetece recordarla. De nuevo nos deja con el mismo sabor de boca... una Frida superficial, demasiado "gringa" como dirían aquí. Tan sólo viendo una foto de Frida puedes imaginarte el carácter y la profundidad de esa mujer ligada al sentimiento de angustia perpetuo, sin embargo Salma Hayek no transmite ni una cuarta parte de esa sensibilidad. El momento más glorioso, Chavela Vargas cantando La Llorona, y un personaje fantástico, Alfred Molina como Diego Rivera, aunque quede deslucido por un liviano guión...





Viernes. DF. Por la mañana vamos a comprar comida. Como buena catalana que soy me curro un "empedrat". Me sale de maravilla. Por la tarde vamos a la Roma, al restaurante Romita, con los que hemos quedado con Telehit para una entrevista que complementa los temas en directo que hicimos hace unos días en plató. Llegamos tarde. Argg, todavía no mesuramos bien las distancias. La entrevista va bien. De allí vamos a un café cerquita y esperamos a Mireya. Con Mireya vamos a buscar un sitio para cenar pero antes pasamos por la galería de arte de Eugenio Echevarría, un ex-compañero de ESCAC (no iba a mi clase per coincidimos en un videoclip mío en el que él hacía el arte y nos entendimos bastante bien). Yo ya sabía que se había afincado en DF hacía años, un poco como Mireya y la mayoría de catalanes que conozco, de casualidad. Sabía por él que había abierto la galería y que estaba súper feliz. Me apetece verle. Llegamos al Centro Cultural Borde, y está reunido. Nos abren la galería para nosotros y le echamos un vistazo. Hay una exposición sobre el acoso escolar. La galería es pequeña pero el sitio muy entrañable. Vamos a cenar al Broka, un restaurante de tapas de autor muy curioso. Te van sacando tapas y las vas catando hasta que dices que no quieres más. De allí nos dirigimos al centro histórico, a la plaza San Jerónimo, una plaza en la que hay varios bares y buen ambiente. Rico ha quedado con un amigo en el bar Las Jerónimas. Llegamos y nos sentamos entre un grupo bastante animado de mexicanos. Charlamos un rato, tomamos un vino (imposible por cierto, el tema vino es complicado, y más para mi que no bebo cerveza), y para casa. 
El día de hoy no pasaría a la historia si no fuera porque decidimos quedarnos más tiempo en México. Vemos como pasan los días y las posibilidades que nos da la ciudad y el país, y no queremos desaprovechar nuestra estancia aquí. En Barcelona me esperan proyectos, pero no son inminentes. Creo que vale la pena ampliar nuestra estancia y exprimir el viaje.
Nos vamos a dormir un poco inquietos. Estar fuera de casa sin tener un rumbo fijo es desconcertante. Pero en estas situaciones siempre pienso lo mismo: jamás nos quedaremos en la calle, ni aquí en DF, ni en Barcelona, así que con un par!
Mireya hace una reflexión que me rondará por la cabeza varias horas... Cuenta que ella estuvo un año viviendo como si se fuera el día siguiente... con un sofá,  una nevera y una lavadora. Hasta que un día decidió comprar muebles y empezó a dormir tranquila. Y allí la tienes, 6 años viviendo en México. Se mueve como una serpiente por las calles de DF en las que nosotros todavía nos movemos torpes y curiosos. Esta ciudad da ganas de vivirla un tiempo. Es una idea que nos ronda los últimos días. Pero de momento ampliamos nuestra estancia hasta abril.
Buenas noches DF, ciudad del caos perfecto.




















Sábado mañana. Los sábados hay un mercado de música y productos darkies, rockeros y punk, el llamado mercado del Chopo, en Buenavista. Lo que aquí se llama el Tianguis Cultural del Chopo, de la contracultura. Hace días que queremos ir y por fin hoy nos animamos. Además va estar Alejandro que justo empieza la promoción con otra banda venezolana y estarán tocando en el mercado.
Agarramos el metrobus y en él conocemos a Arturo, un chico muy amable que nos ayuda a encontrar el mercado. Él suele ir a menudo. Al llegar nos topamos con el primer escenario (sin tarima, son simplemente unas telas que cobijan un espacio en el que hay todo un backline montado (amplis, batería...). Ya allí está Alejandro y la banda venezolana. Presentaciones. En este momento toca otra banda y un grupo de gente los rodea. Rico, Alejandro y yo nos metemos en el mercado para intentar llegar al segundo escenario que está más adentro. Alejandro quiere hablar con el organizador para poder tocar aquí dentro de unos sábados. 
El mercado no es muy grande pero está muy transitado de personajes de la noche que a no ser por el sol que cae, dirías que son auténticos vampiros. Me encanta el ambiente. Crestas, tachuelas, botas espaciales, cuero...
Son tiendas pequeñas amontonadas una al lado de otra, de vinilos, camisetas, complementos, chalecos...
Llegamos al segundo escenario. Alejandro me presenta a un organizador y confirmamos que vamos a tocar dentro de tres sábados. Like it!
Volvemos al primer escenario y vemos la banda venezolana de Alejandro, Bysonar.
De allí vamos directos a casa de Mireya, hemos quedado para comer con ella. Compramos las tortas riquísmas de al lado de su casa y comemos. 
Mireya me ha conseguido un trabajito que vamos a hacer juntas de publicidad, me motiva mil!! Estamos toda la tarde trabajando en casa.
Por la noche Mireya ha quedado con Consuelo y una gente para despedir a una chica catalana que vuelve a Barcelona tras un año viviendo aquí. Nos apuntamos. Han quedado en La Roma. Este barrio cada día me chifla más. Quedamos en un restaurante abierto (está como en un patio), y hace un frío de la leche. Estamos a 7 grados, dicen que como en Barna, pero por suerte, al ser el clima tan seco, no se siente tanto el frío como en Barcelona. Igualmente, sufrimos. Somos un grupo de gente bastante amplio, la mayoría mexicanos. Cenamos un choripan argentino delicioso. El cocinero (catalán - empieza a ser una plaga-), prende fuego allí mismo donde cocina. Sus llamaradas son la salvación. Consuelo narra peripecias de su semana rodando en un culebrón. Nos reímos mucho.
Uno del grupo nos invita a continuar la fiesta en su casa, muy cerca de allí. Es publicista. Me recuerda muchísimo a un profesor que tuve en ESCAC, muy emblemático, Sergi Casamitjana. La homenajeada es su ex. Ana, es una chica muy guapa, me recuerda a la cantante de Facto Delafé. También conocemos a Gala, una chica muy viva, de pelo corto, tattos y piercings en la nariz, catalana también, muy guapa y simpática. 
Vamos a la casa de este tipo, se agradece un cobijo. El piso mola mucho, muy cool. Es un triplex, de hecho. El ambiente es de publicistas. Estamos un rato y Rico, Mireya y yo nos vamos, queremos aprovechar el domingo para ir a un mercado de Antiguedades (Tianguis de la Lagunilla). 

















Domingo. Quedamos con Mireya para ir al Tianguis de la Lagunilla. Es un mercado enorme, lleno de todo lo que puedas imaginar... Mis ojos van a mil y mi cerebro no procesa tanta información. Lo compraría todo. Me hago con un cuadro de Frida (muy kitsch, supongo que visto por los ojos de un mexicano es una horterada, pero a mi me gusta jajaja). La verdad es que me llama mucho la atención la foto de Frida. Sale con los pechos descubiertos y peinándose,  nunca la había visto así. También me hago con unos cómics de Spiderman para Way. Me hace gracia una portada en la que aparece El Hombre Araña muy gordo... Hemos quedado en volver con más pesos.
De allí vamos al restaurante "La perla de la Roma" en la Roma, un restaurante de mariscos bastante popular. Allí nos espera Consuelo y otra chica española también relacionada con el cine. Más tarde llega Gala, la chica de los piercings y su novio mexicano, creo que el mexicano más guapo que he visto por el momento. Es como Jhonny Depp pero en moreno y en la película Cry Baby, sólo que en vez de llevar una lágrima negra tatuada bajo el ojo, lleva un ancla. La comida es increíble, pruebo el mejor cheviche de pescado de mi vida. También caldo de camarón. Descubro por segunda vez que el marisco es lo mejor para la cruda (resaca). Resucita hasta a un muerto.
Vamos a tomar el café en un bar-café muy cuco, muy cerca. De camino nos cruzamos con varios cochacos. Es para volverse loco. Al llegar al café hay gente que come aún (son las 17 y pico). Me encanta ver que no hay horarios para la comida en México. Cada uno come cuando lo apetece... se junta el desayuno con la comida y la merienda... es un concepto que me flipa bastante. Tarta de trufa para rematar. La comida es barata, otra cosa flipante. De allí vamos a casa de Mireya a rematar la faena que estábamos haciendo. Dosis de ordenador hasta la noche y Rico y nos vamos a casa a sobar. Nos espera una semana agitadita. El martes tocamos en el metro San Lázaro y de allí agarramos un bus hacia Monterrey, donde haremos promo unos días, pasando por Guadalajara. La idea es volver el viernes o sábado e irnos con Mireya a alguna playa de Acapulco tres días. Planazo.































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